La resolución violenta de conflictos es un fenómeno bastante extendido en los diversos espacios de interacción social en los países de América Latina, incluyendo a las instituciones educativas. El solo hecho de que la escuela se constituya en un espacio de violencias para los estudiantes vulnera su derecho a vivir y crecer en contextos de paz, a aprender y a expresarse libremente. Aunque los conflictos interpersonales y su negociación sean parte normal del desarrollo entre los niños y niñas de primaria, el rol que asuma la escuela en los procesos de socialización es fundamental. Justamente en esta etapa del desarrollo se requiere un ambiente escolar propicio para el diálogo y la reflexión así como la mediación de adultos que vayan guiando los comportamientos que son aceptables y aquellos que no responden a la forma pacífica de resolver las diferencias y los conflictos. Se espera que el centro educativo pueda cumplir con ese mandato de formación y resguardo.
¿Se enfrentan todas las escuelas y estudiantes, en los distintos países de la región, al mismo tipo y magnitud de violencia? ¿Qué tipo de estrategias y políticas han sido efectivas para abordar este tema?
¿Por qué en Chile los ambientes de aula violentos tienen una asociación tan relevante con los procesos de aprendizaje? ¿Qué se ha hecho en Chile para promover el buen clima de convivencia escolar?
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